Hola amigas, ¿cómo estáis? Os quería escribir hace días, y sobre todo quería responder a las mejores personas del mundo mundial las cuales respondieron mi primer correo con mensajes preciosos. Gracias chicas, os amo.
Sólo vengo por aquí, rápidamente, porque me quiero sacar algo de dentro. Realmente no quería hablar sobre esto, pero a la vez sí quiero, porque estoy lejos y quiero decirlo (esta es la parte egoísta), y porque a la vez quiero que sepáis de una persona que en un momento de mi vida fue importante para mí. El viernes por la mañana me escribió mi amiga Vane para contarme que una amiga en común, muy amiga suya, había muerto en un accidente laboral. Me quedé shockeada totalmente. He estado bastante shockeada desde entonces. Como no podía ser de otra manera, me reconfortó en parte el salir a la calle el 8M y gritar y sentirme arropadísima entre tantas mujeres fuertes y valientes.
Quien ha muerto se llama Ana, Anilla para Vane, para Namary, y para casi todas. Para mí siempre ha sido Ana Rastas, aunque ya no las tuviera. Coincidimos en los mejores años que ha tenido Sevilla, porque éramos muy jóvenes y porque estaban las mejores discotecas que jamás haya habido en la ciudad :___ Aunque era de Canarias, estudió en Sevilla, y aunque luego se volviera a su tierra, la boda de Vane, entre otros motivos, hizo que volveríamos a coincidir varias veces durante los años 2021 y 2022.
Y listo, hasta aquí mi desahogo. Sólo quería que supierais de Ana.
Pronto volverán los correos divertidos, con debates interesantes. Como, por ejemplo: ¿la vida es una mierda con momentos maravillosos, o la vida es maravillosa con momentos de mierda?
Abrazos, muchos abrazos, muchísimos.